De bien nacidos...
Es un santuario reciente, construido en 1920, en Gharb. Su mayor atractivo s el lugar en el que se encuentra y las vistas que desde allí pueden disfrutarse, pero el interés de Tan Pinu está, sobre todo, en la devoción que despierta entre la población católica (es decir, el 90 por ciento de la población), que peregrina a menudo hasta este lugar (que incluye una aparición de la Virgen) y que nutre una curiosa sala de exvotos, una costumbre que ya se registra en la Antigüedad en Egipto y Mesopotamia donde depositaban ofrendas a sus dioses con estatuillas de animales u objetos de agradecimiento. Aquí, en Ta Pinu, se puede ver casi de todo: multitud de escayolas, prótesis, fotografías, cuadros y objetos personales que muestran el agradecimiento de los devotos a la Virgen de Ta Pinu por los beneficios que le atribuyen. Muchas cartas dan cuenta explícitamente de ello, constituyendo, en suma, todo un relato de las tragedias cotidianas, la esperanza y el alivio.