Subiendo la colina por detrás de la capilla de Santa Ana, como si fuéramos a lo alto del desaparecido Azzure Window, hay dos pares de profundos surcos paralelos que parecen avanzar hacia el mar sobre los acantilados. En la isla de Malta hay otros similares, cuyo propósito es desconocido, así como la época en la que se hicieron ni lo que representan. Lo único que nos cuentan es la intensa actividad humana que ha habido en la isla desde, al menos, hace 7.000 años, época del Neolítico en la que se datan algunos restos de cerámica encontrados en ese mismo lugar.